viernes, 14 de noviembre de 2008

Gwenwhyfar







Ella es la "Sombra Blanca" danzando bajo la luz de la Luna, al son de las melodías que surgen dulcemente de las flautas mágicas de Faeryland. Allí por donde ha pisado, quedaron blanquísimas flores con forma de estrella, su rastro de encantos y perfume. Ella sueña y baila entre las constelaciones y nebulosas, más allá de las que conocemos los mortales. Las hadas aman danzar. Su música es la más cautivadora jamás escuchada por los oídos humanos, triste y dulce a veces, profundamente sensual otras, tranquila un momento y alocada al siguiente, o alegre como campanillas estelares, agitadas por una brisa de alas irisadas... Las Damas Blancas son criaturas luminosas, bellas Hadas que bailan bajo la Luna, tan hermosas como su música, trazando dibujos de luz y color por donde pasan en su danza. Algunas gustan hacerlo en círculos, delimitando anillos de susurrantes hierbas, marcando el sitio de sus reuniones en la noche, y despertando el amor en cuanto hombre mortal las vea en tan maravilloso pasatiempo.
Las Hadas florecen en el atardecer, entre el día y la noche, el espíritu y la materia, la vigilia y la inconsciencia. Al llegar la noche profunda, como flores nocturnas, brillan y perfuman el aire con su esencia, irresistibles, volátiles, tenues... Moran allí donde todas las cosas son posibles, donde se encuentran el pasado y el futuro como meandros de un mismo río, mixturando los ingredientes secretos de nuestro espíritu con los aún más secretos del mundo mágico. Gwenhwyfar es el Hada que gira, extendiendo los brazos en la danza feliz y atemporal, dejando volar el cabello mezclado con viento. Ella es el alma del que baila, que vive en el movimiento, que se escapa de su cáscara humana elevándose hacia un universo de estrellas y de sueños.

Rusalki


Habitan en Rusia, Bulgaria y Polonia. Sólo pueden verse en Semana Santa. Tienen relación con las Hadas Lavanderas, pues desde los árboles a los que se suben piden prendas de lino a los caminantes, que lavan y tienden a secar.
Hacen nidos de plumas y juncos bajo el agua. Caminan por los campos, haciendo mover las espigas de trigo., desde el día de Pentecostés hasta el 29 de junio, cuando comienzan sus danzas circulares hasta las primeras nieves.
Dicen que son los espíritus de las jóvenes que se suicidan en los ríos. Su sonrisa enigmática encanta a las personas y su abrazo es mortal.


Dentro de la mitología eslava, una rusalka (plural:rusalki) era un fantasma, ninfa del agua, súcubo o demonio que vivía en un canal.
De acuerdo con muchas tradiciones, una rusalka era una
sirena, quien vivía en el fondo de los ríos. A media noche, acostumbraban salir y bailar en los prados. Si veían a un hombre hermoso, lo encantaban con canciones y bailes, y entonces lo conducían al fondo del río a vivir con ellas. Las historias acerca de las rusalki tienen paralelismos con la Germana Nix y la Hada maligna irlandesa.

Hada Deslizante


Casi todas las Hadas son evasivas criaturas de ilusión, pero esta Hada en particular lo es aún más.
Se desliza sin ser vista, haciendo también deslizar objetos fuera de tus manos, y dejándolos caer al suelo, casi siempre rompiéndose.
Adora estar en las cocinas, los bazares llenos de piezas de vidrio, y las galerías de cerámicas y porcelanas antiguas.
También contribuye a generar errores de lenguaje, cuando estás bajo su influencia, te hace decir palabras equivocadas y frases sin sentido. En particular, le gusta mucho hacer que digas cosas que revelen tu interior, tus temores y complejos más profundos

Moss people


Moss People (ó "Seres del Musgo" en español) es el nombre que designa a esta clase de hadas, femeninas y masculinas, que poseen grandes alas de mariposa adosadas a sus cuerpos, y lucen similares a los humanos.
Son criaturas muy hermosas que se pueden hallar en ámbitos silvestres o selváticos, donde tienden a esconderse en el musgo o entre el follaje de los árboles y por eso reciben ese nombre.
Son muy tímidos frente a la gente, y muy caprichosos. Son vistos cada vez menos, posiblemente porque aprendieron que es mejor esconderse, y lo hacen muy bien, poniéndose a salvo de los ataques o capturas. Generalmente lucen como niños de hasta doce años, aunque mucho más pequeños que los humanos.
En Suiza han sido vistos en algunas ocasiones por granjeros o leñadores respetuosos que desistieron de derribar un árbol donde ellos vivían. Se considera buena suerte si están cerca, y son felices si se conserva limpio y sano su ambiente, cuidando los árboles y florestas. Han recibido otros nombres, como "Alas de Mariposa", "Hojas voladoras" o "Greenies", todos estos nombres proceden de traducciones del alemán. Son originarios de Alemania y Suiza, y hay correspondencias con esta especie dotada de alas de mariposa en la Polinesia y África.

Las Pillywiggins



Las Pillywiggins son unas Hadas climáticas asociadas siempre con la primavera, pequeñas criaturas aladas que se asemejan a los Pixies, pero son más tranquilas que ellos y no tan juguetonas. Su sólo propósito parece ser cuidar a las flores de la estación. Viven junto a las que crecen silvestres, al pie de los grandes robles.
Están siempre en grupos, no tienen ningún tipo de rechazo con los humanos, pero se muestran sólo medianamente o poco interesadas en ellos. Se las ha visto haciendo parodias de la gente, imitando sus ceremonias, como casamientos y danzas, pero nunca descendiendo hasta ellos para gastar bromas, ni asustando a nadie. Estas Hadas son las ayudantes de los Dioses de la Primavera, quienes cultivan y cuidan las jóvenes flores al llegar cada año esta época.
Las Pillywiggins pueden ser muy diminutas, a tal punto que se las ha podido ver montadas sobre abejas y volando de flor en flor. La Reina de las Pillywiggins, Ariel, se dice que fue vista volando a lomos de palomas u otras aves, y es de cabello rubio, muy bella y seductora. Viste un traje muy liviano, casi transparente y blanquecino, duerme sobre un lecho de tréboles, y puede controlar los vientos. No puede hablar, pero se comunica a través de hermosas canciones y tonadas.
A pesar de que hace muchísimo tiempo que no se la ha visto por los bosques, se cree que aún vive en algún punto alejado y boscoso de la Tierra de las Hadas. Son originarias de Inglaterra y Gales y han recibido otros nombres, como "Hadas de las Flores"o "Hadas de la Primavera". Muchas veces se las ha confundido con los Pixies o los Seres del Musgo (Moss People), pero son bien diferentes de ellos. De los primeros las distingue su carácter apacible y sosegado, y de los segundos, las alas, ya que las de ellas no son de mariposa sino más pequeñas, transparentes y delicadas.

En casi todos los países y culturas existen seres que guardan correspondencia con las Pillywiggins como Hadas de la Primavera o protectoras de la flora estacional, algunos las personifican como ángeles o etéreos espíritus, pero la raíz es evidentemente la misma, ya que todas estas criaturas relacionadas con las flores provienen de las Alseides griegas, diversificadas con el tiempo en especies y variedades, ya sea folklóricas o regionales.

Dama Verde


Estas hadas personifican a las fuerzas naturales de la tierra. Se han ido volviendo cada vez más etéreas, a causa precisamente de su continua asociación con el viento.
Viven en bosques, prados o incluso zonas desérticas, morando en palacios de cristal, hielo o coral, sin embargo son pocas las referencias de haber sido vistas fuera o alejadas de los bosques profundos.
Poseen una belleza sublime, y van ataviadas de color verde. Si antaño fueron burlonas e incluso mortales para el ser humano, más adelante aprendieron a convivir con él, llegando incluso a ayudarle con sus tareas domésticas.
Suelen ser bastante esquivas, y básicamente son solitarias. La dama verde de caerphilly : Toma la forma de la hiedra cuando no anda por los castillos en ruinas.
Si lo desea, puede dejarse ver, pero por lo general solo se percibirá su rostro, rodeado de las verdes hojas de la enredadera o la hiedra que la alberga y oculta.


LA DAMA VERDE


Erase una vez un muchacho que estaba enamorado de todo corazón de una muchacha; lo único que deseaba en este mundo era casarse con ella, tener dinero suficiente para gastárselo en cosas para ella y salud suficiente para poder trabajar para ella. Pero estaba tan apasionadamente enamorado que no pudo soportar esperar más tiempo e intentó obtener ayuda de las hadas.Aquélla era una empresa muy peligrosa, y además, él la emprendió de una forma equivocada. Primero cogió un fino y blanco pañuelo sin pedirle permiso a la mujer del labrador (simplemente eso no podía conducirle a nada bueno). Luego llenó un cubo con agua de lluvia; pero eso no le bastó. A continuación lo intentó con el cubo lleno de agua clara de la fuente, pero tampoco fue suficiente. Finalmente llenó un cubo con agua de manantial, y en este caso sí que era la apropiado, sólo que en la noche en que había luna nueva dejó el cubo en la calle, así que no ocurrió absolutamente nada.Tuvo que esperar un mes hasta la siguiente luna nueva; durante dos noches, dejó el cubo en casa, junto a la puerta. Como aquello, una vez más, no era lo que debía hacer, tampoco en esta ocasión ocurrió nada. Un mes después – entretanto ya era el mes de mayo- barrió la chimenea y dejó el cubo de agua dentro de ella durante dos noches; eso era lo que debía hacer.Poco después de medianoche, se fue de puntillas hasta el cubo y vio que efectivamente sobre el agua había una fina y dorada capa de aceite. La separó, la mezcló con harina, hizo un pastel y lo puso encima del limpio y blanco pañuelo. Luego dio vueltas a su alrededor pronunciando las palabras apropiadas a y esperó a ver qué pasaba. Entonces se abrió la puerta y entró una bella hada que extendió la mano hacia el pastel. El le dio un golpe en la muñeca y le dijo:- ¡Eso no es para ti!Pero no hubiera debido tocarla.- ¡Para mí! Dijo y se comió todo el pastel.Luego le preguntó lo que deseaba y el respondió:- Me gustaría casarme y para eso necesito dinero y fuerzas.Descuida contestó el hada- que todo eso lo tendrás y nunca te faltará.E hizo que se cumplieran todos sus deseos de forma distinta a como él había pensado, pues los hizo todos realidad, pero con mala intención.El quería casarse y efectivamente su deseo se cumplió, pero tuvo que casarse con una mujer vieja y cruel que era la más rica de la aldea. De esta forma, tenía bastante dinero, pero no le sirvió de nada. Luego una grave enfermedad invadió el lugar y toda la gente que tenía a su alrededor se murió. La primera que murió fue su pobre y bella amada, de la que tan enamorado había estado toda la vida. A él, sin embargo, jamás le abandonaron las fuerzas y casi parecía inmortal.Pero el hada invisible que siempre había estado junto a él y le había forzado a hacer todo lo que había hecho, le dejó finalmente tan agotado que murió. Mientras yacía en su ataúd, cayó sobre él una sombra oscura y nebulosa; en medio de las tinieblas, una voz fría y clara dijo:¡Para mí!

Hada del destino



" En el atardecer, junto a la orilla del río espera el Hada Reina del Destino ... ", Argea.
Los antiguos bardos irlandeses creían que las orillas de los ríos eran lugares sagrados, sitios de revelaciones mágicas.
Ahí era donde los más altos dones podían ser obtenidos, el conocimiento, la inspiración, la clarividencia, todo estaba aguardando allí al que fuera merecedor de tan fabuloso tesoro.
Entre el correr del agua y la mezcla incierta de ésta con la tierra, la luminosa Argea muestra lo que ha sido, y lo que será... tu destino está en sus manos.

Hada de la Verdad


Se dice que no hay lugar de la creación donde no pueda llegar, y donde de alguna manera no esté presente.
No es necesario invocarla, viene sola aunque se lo quiera impedir. Suele ser compañía del Hada de la Expresión, ya que no hay sentimiento o manifestación del alma que no conlleve un cierto compromiso con sí mismo, siendo sincero con el auténtico sentir humano y sacando a la luz la Verdad y Certeza.


La personificación de la Verdad ha tenido muchas versiones a lo largo de la Historia.
Muchos estudiosos la han mixturado con la Justicia, pero en nuestro mundo feérico es una entidad particular, en la forma de un Hada muy joven y bonita, y que no posee otro nombre más que Hada de la Verdad o Truth Faery.

Hada del verano


Grainé ( Reina del Verano ) : En las mitologías de los países celtas, Grainé aparece unas veces como la Diosa del Sol, y otras como la hija de esta diosa. Sea como sea, Grainé es, en definitiva, la Reina de las hadas del verano, y representa la estación más calurosa del año, una época mágica que está especialmente asociada a las fiestas, rituales y cortejos de hadas, en los que se pone de manifiesto toda la magia de estas criaturas de la naturaleza.
Grainé preside estos rituales estivales, que se celebran en fechas señaladas, en las que es más fácil sentir su presencia. Las más conocidas son las vísperas de San Juan, cuya magia permite que las hadas se encuentren con los humanos en "sueño de una noche de verano", de Shakespeare, así como el uno de agosto, la fiesta de Lug, Dios del Sol, que los celtas llaman Lughnasadh.
En la noche de San Juan, sobre todo en Escocia e Irlanda, la Reina Grainé sale a los campos rodeada de toda su corte. Entre trémulos arpegios y las dulces notas de la flauta de las hadas, se escucha el agudo tintineo de los cascabeles de las bridas que anuncian la proximidad del cortejo mágico.
Ciento de corceles blancos, con herraduras de oro y engalanados con campanillas doradas, surgen del bosque con sus jinetes, circundados por una aureóla de luz. Grainé y toda su corte se revelan esa noche a los mortales, en una visión fugaz de su mágico mundo. El primer día de agosto, en una fiesta dedicada al sol y bajo la fuerza de sus rayos, Grainé se enfrenta, durante un tiempo ajeno al paso de las horas y los días, con su rival Caillech, la Reina del invierno, a quien obliga a someterse a sus designios.


En la saga artúrica, Grainé aparece " humanizada " con el nombre de Igrainé o Ygerna, y es la madre del Rey Arturo y de Morgana. Durante la noche de San Juan, que se celebra al principio del verano, las hadas aparecen fugazmente a los humanos, invitándolos a visitar su mundo mágico. Para los escoceses, Grainé pertenece a la Seeli Court ( Corte de los buenos ) por los favores que dispensa a los humanos. En antiguos cuentos populares irlandeses, Grainé aparece como una muchacha cautiva a quien libera el joven Brian. El rescate o liberación de Grainé, se interpreta como un símbolo de reencarnación, pues es el mismo sol quien es liberado. Grainé, majestuosa y sombría, refleja en su bello rostro el intenso brillo de los rayos del sol. La fiesta del sol, dedicada a Grainé, es el uno de agosto y coincide con la fiesta del Lughnasadh celta, dedicada a festejar la buena cosecha.

Hada del Invierno




Las Hadas del Invierno : El invierno trae consigo días grises, frío y nieve. Los pájaros emigran hacia tierras más calidas y los árboles se quedan sin hojas. Los campesinos no tienen tanto trabajo como el resto del año, pero las hadas del invierno emprenden una intensa actividad. Se ocupan cuidadosamente de los árboles y las plantas perennes, como el pino o el boj, y lo revifican con su energía espiritual, y previenen o reparan los daños que pueden ocasionar la nieve y el frio en los arbustos más frágiles. Al igual que las hadas de otras estaciones, las del invierno están perfectamente preparadas para su tarea, e incluso sus vestidos se confunden con los colores de la vegetación invernal. Desde los limpios tonos blancuzcos de las hadas del lirio de invierno y del endrino, los amarillos de los elfos del tejo y de la pequeña hada del bonetero, y el violáceo del elfo de la ortiga muerta. Y es que los colores que lucen las hadas y los elfos del invierno se corresponden con los de las plantas y las flores a los que están vinculados.
Pero entre todos ellos destacan de una manera especial el hada del árbol de navidad y el elfo del acebo como los más representativos del solsticio de invierno. La noche del 22 de diciembre, el hada del árbol de navidad, llevando una varita luminosa en la mano, encabeza el cortejo del carnaval de invierno del país de las hadas. Las demás llevan ramas de abeto y entonan villancicos excepto el hada del bonetero y el elfo del tejo, que iluminan con velas la oscuridad entre la maleza, y el elfo del acebo que, vestido como un bufón errante, con campanillas en el gorro y los zapatos, distraen a la comitiva con juegos malabares. Las hadas patinan sobre los helados charcos, construidos por las hadas de los hielos, y beben un sabroso té a la menta para entrar en calor. Las más jóvenes se lanzan bolas de nieve del tamaño de un guisante y juegan a espantarse con ramitas de muerdago. Caillech ( Reina del Invierno ) : Antiguamente, en Escocia, durante la víspera de Shamain, Caillech, la Reina de las hadas de invierno, relevaba a Carlin en el gobierno de la naturaleza.
Poco a poco, el paisaje otoñal iba dejando paso a los vientos fríos, la escarcha y los hielos del invierno. Las altas cumbres se cubrían de nieve y todo parecía entrar en un profundo letargo hasta el despertar del Beltane, la festividad del fuego. Cada año, el llegar del invierno es un momento mágico y hermoso. El suelo se endurece con el hielo y Caillech se adueña de los campos y de las montañas silenciosas, solo perturbadas por el silbido del viento, y cubre el paisaje con un manto blanco.
En las planicies nórdicas, Caillech se conoce con el nombre de Reina de las Nieves. De ella se dice que es fría e implacable, y que conduce un trineo blanco arrastrado por dos corceles a través del solitario invierno. En Alemania, la estación invernal está gobernada por la amable Frau Hölle, que todos los años sacude su edredón con fuerza, las plumas salen de su interior y se convierten en pequeños copos de nieve a medida que van cayendo al suelo. En Rusia, en cambio, el dueño y señor del invierno es el padre frio, que agita los vientos y las tempestades de nieve sobre las grandes estepas, con una furia inusitada. Caillech se sirve a menudo de su corte de hadas y elfos para realizar sus tareas invernales. Las Vilas, por ejemplo, salvan a los hombres, que se extravían en las altas cumbres nevadas y algo parecido sucede con los Barbegazi, que hacen sonar un potente cuerno para advertir a los hombres y a los animales del peligro de los aludes que están a punto de desprenderse.
En algunos lugares, Caillech se presenta como una bruja de larga cabellera blanca y el rostro azulado por el frio, en algunos relatos del Suroeste de Munster, se cuenta que, mediante un hechizo, Caillech se convierte en una hermosa joven al llegar la primavera. Los hombres del hielo, súbditos de Caillech, tienen los pelos de las barbas y las uñas de los dedos como afilados carámbanos de hielo, y su aliento levanta furiosas ventiscas. Su carácter frio puede ser peligroso para los humanos, pues si se enojan pueden convertirlos en témpanos de hielo o muñecos de nieve.

Hada de la primavera


Brawen Debido a su juventud y hermosura, los antiguos celtas consideraban a Branwen, hija del Dios de las aguas Manannan y esposa del legendario rey irlandés Mathowch, el símbolo de la primavera repleta de vida y color.

En la mitología celta, Branwen es una de las tres matriarcas de Bretaña y Diosa del renacimiento y de la regeneración. Por ello, uno de sus atributos es el caldero, que, al igual que el Grial, contiene la esencia misma del despertar y la vida. El hermano de Branwen es Bran, Dios del sol y Señor de la profecía y las artes, así como de las batallas. Branwen se enfrenta a Caillech, la Reina del invierno, en el festival de Beltaine (uno de mayo), que da la bienvenida a la primavera. En la contienda sale vencedora Branwen, que, sentada en su trono de flores, pasa a presidir el ritual en que se encienden hogueras coronadas con largas pértigas, símbolos de los robles sagrados. Dado que la primavera se ha interpretado, tradicionalmente, como la metáfora del despertar de la pasión amorosa, hay quien compara Branwen con la Diosa griega Afrodita (Venus para los romanos), Diosa del amor.
. Lo cierto es que los jóvenes enamorados acuden a ambas diosas para rendirles culto y recibir sus dones. Afrodita, al igual que Branwen, regia también la fiesta de la primavera, que en la antigua Grecia se celebraba el uno de abril. En este festival, no solo se celebraba la gracia y la hermosura de la naturaleza, sino también el amor imperecedero y el deseo amoroso, que, según se creía, rebrotaba con fuerza en esta estación del año. Por su identificación con la Diosa grecorromana, Branwen se conoce también con el nombre de " Venus de los mares y de las tierra del norte”. En algunas culturas, la reina de la primavera se considera el heraldo del Dios del sol, al que precede o sigue en su aparición. Según una antigua leyenda, equivalente a la de la Diosa griega Afrodita, Branwen surgió de las aguas del mar, alumbrado por los rayos del sol. Los colores que se atribuyen a Branwen son el rosa, verde y el azul celeste y las piedras preciosas, el aguamarina y la turquesa, Branwen es, además, un símbolo claramente femenino y se erige en guardiana de la fecundidad.Las Hadas del Verano : El 21 de junio, cuando el sol alcanza su máxima separación boreal, llega el verano y muchas plantas y flores, como la hierba de san Juan, el botón de oro, la hierba de san Roberto, el nomeolvides, la amapola, la dedalera, el trébol blanco, el solano, el brezo, la hierba de carpintero, la escabiosa, y tantas otras, crecen en todo su esplendor gracias a la energía de sus hadas guardianas, que ayudan a transmutar sus elementos químicos. Las hadas de las flores aman esta estación del año y se entregan a toda clase de juegos. Se persiguen unas a otras, se columpian de las ramas de los árboles o hacen cabriolas en el aire para demostrar su alegría veraniega. En las horas de descanso, se tienden en los prados para degustar sabrosos frutos y exquisitos pasteles, luego toman baños de sol, sestean o se balancean sobre las aguas de los arroyuelos, hasta que llega la gran fiesta del verano, la noche de san Juan, la más corta del año.
Esta celebración mágica da comienzo en el ramaje del limero, de donde descienden las hadas, una a una, para formar un corro en torno a una resplandeciente hoguera de ardientes y purificadoras llamas que invitan a las hadas a danzar alrededor del fuego. Y las hadas giran y giran, cada vez más rápido, al tiempo que entonan cánticos de júbilo con sus suaves voces, hasta que llegan las primeras luces del alba y cada una regresa a su flor o a su planta. Y es que la noche de san Juan esta llena de magia: las propiedades curativas de las hierbas son mejores, las plantas crecen con mayor empuje y pueden suceder todo tipo de acontecimientos sorprendentes; por ejemplo, que los humanos vean a las hadas, que durante el resto del año permanecen invisibles para ellos. Esta celebración feérica del solsticio de verano tiene su parangón en la tradición celta con Lughnasadh o fiesta consagrada al dios irlandés Lug, LLew en Gales, y Lugus en Bretaña. En otras culturas, todavía hoy se celebra la vigilia de san Juan con grandes hogueras, fuegos artificiales y atronadores petardos, que dan la bienvenida al verano.


CUENTO INFANTIL


Hace miles de años luz en cierta galaxia no muy lejana existia un planeta árido sin vegetacion. En este planeta vivian miles de personas en una gran esfera que les protegia de los intensos rayos solares y les fabricaba oxigeno En este planeta habia una pequeña niña a la que le gustaba mucho leer cuentos de hadas y se deleitaba una y otra vez en la biblioteca astral observando tantas bellas ilustraciones. ¡Que hermoso debió haber sido tantos colores, tanta vida! Cierto día pudo llegar a donde nadie podía ir a la bodega astral y no podia creer lo que sus ojos veían, un libro único. Qué podría contener se preguntó. Tanta fue su curiosidad que corrió al instante a tomarlo y al abrir su primer página encontró una pequeña flor marchita y aun así le pareció hermosa, la acercó a su rostro y pudo percibir el amor. ¡ Qué hermosa, y que rico huele! ¿Qué clase de flor podria ser aquella?- Es una rosa, le contesto una viejecita que se encontraba en esos momentos pasaba por ahí. La niña derramó una lágrima y dijo como me gustaria poder verla viva. - Te gustaria eso, preguntó la viejecita al momento en que se convertía en una hermosa hada. Sí, lo deseo con todo mi corazon, exclamó la niña.Bien entonces desde hoy en adelante tu serás la encargada de velar por la naturaleza, los árboles y las flores. Desde hoy tú seras La Primavera.

Hada del Otoño





Las Hadas del Otoño : En Otoño cuando la naturaleza cambia su color y se tiñe de tonos rojizos y dorados, y los días se vuelven cada vez un poco más cortos y fríos, irrumpen en los bosques y los campos las hadas de las flores de esta estación. Las plantas grandes y fondosas, como el fresno, la espinera blanca y el saúco, el roble y el grácil endrino, y también la zarzamora y la lantana, cuidan de sus respectivas plantas junto a sus compañeras que hacen que los frutos otoñales, carnosos o secos, sean deliciosos y nutritivos para los seres humanos y los animales.
La bellota, la baya, el hayuco, la mora negra, la castaña, la avellana, la manzana silvestre, la brionia o la alheña, todos ellos tienen un hada que los protege y los hace crecer fuertes. Estas hadas visten fundamentalmente, con los colores pardo, carmesí, morado, malva, características de los árboles, plantas y frutos del otoño. Algunas incluso tocan su cabeza con los involucros o cápsulas que rodean las semillas y los frutos, poniendo de manifiesto su total armonía con ellos.
En pleno equinoccio de septiembre las hadas del otoño celebran el festival de la luna llena, en el que, bajo su resplandeciente luz, se reúnen sobre un campo de trigo para dar cuenta de un pródigo banquete propio de esta estación del año. Antes de empezar a comer, no obstante, el hada de la espinera blanca vierte con solemnidad una libación de vino de prímula en el suelo. Esta especie de ritual asegura una abundante cosecha para los campesinos, que consideran a las hadas del otoño sus mejores aliadas. También participan en el baile de máscaras que se celebra en la víspera de Halloween. A media noche las hadas inician una armoniosa danza alrededor de una hoguera, en el transcurso de la cual revelan sus verdaderas identidades. Un ritual parecido al que en la misma fecha ( 31 de octubre ), celebran los celtas, cuyos sacerdotes, vestidos de una manera especial, danzan alrededor de una hoguera sagrada.


" La reina de las bayas Elfos y más elfos,
cargados con bayas, adornan a una joven muchacha.
Rostro bronceado, ropas en rojo y oro,
ciñe su noble cabeza una corona de brionia.
La dulce primavera ya ha llegado, abriendo camino al verano.
Adivinad ahora el nombre de esta soberana de los bosques. "


Carlin ( Reina del Otoño ) : Los campos y bosques de escocia, en otoño, se transforman como por arte de magia y adquieren un hermosísimo color dorado. Entonces comienza el tiempo de Carlin, la reina de las hadas del otoño y espíritu de la noche mágica de Samhain. Carlin lleva un vestido de hojas secas y musgo, adornado con frutas del bosque, y a veces, un sombrero con frutos otoñales. Allí por donde pasa, ejecuta una delicada danza con la que levanta los vientos y arranca las hojas secas de los árboles, que caen formando un hermoso tapiz en el suelo.
A veces, los hombres verdes y las damas del musgo, fervientes servidores de la reina del otoño, convierten esas hojas en resplandecientes piezas de oro para ofrecerla a las soberana como muestra de amor y respeto. En esta estación, en la que el verano ya ha finalizado, los antiguos pueblos celtas celebran el día de Samhain, una de las festividades más importantes del año para estas gentes. En esta fecha, según relatan las leyendas, las muchachas a las que las hadas habían transformado en cisnes y habían alejado de sus esposos o pretendientes recuperaban por fin su aspecto humano y regresaban con la persona amada.
Así se cuenta en la leyenda de Angus y Caer, un antiquísimo relato que data de los tiempos de los Tuatha dé Danaan. Cuenta que la víspera de Samhain ( 31 de octubre ) la joven Caer, hija del rey de Connacht, que vivía bajo la apariencia de un cisne en el lago de la Boca de Dragón, fue desencantada por Angus, hijo de Dagda, supremo monarca de los Tuatha. El otoñal día de Samhain fue sustituido en otras culturas por la fiesta de Todos los Santos y, más recientemente, por Halloween, una noche en la que los espíritus vagan libres en una atmósfera ideal para toda clase de actividades ocultistas y mágicas.
En Samhain, las hadas raptan a jóvenes esposas y no las devuelven a su hogar hasta haber transcurrido un año y un día. Por ello, durante esta noche, es bueno que los mortales enciendan hogueras y bailen alrededor de ellas, para así ahuyentar a estas hadas y a cualquier otro espíritu nocturno que intente perjudicarles. Carlin aparece en la víspera de Samhain golpeando los campos con un bastón para endurecer el suelo, ante la proximidad de los fríos del invierno. Carlin, una antigua diosa celta, es el espíritu de la víspera de Samhain, la noche en que el invierno anuncia su aparición y los espíritus y otro seres mágicos invaden el mundo de los hombres. Carlin, con su paleta irisada, pinta las hojas de los arboles de color parduzco. Las hojas caídas de los árboles son el símbolo de las criaturas feéricas que pueblan la estación otoñal.

Hada de los dientes


Los niños pierden sus dientes, y se dice que un ratón se los lleva, dejando a cambio unas monedas.
En los países angloparlantes se cree que no es un ratón, sino un hada la que guarda los dientes, dejando en su lugar a veces también un poco de dinero, otras veces flores blancas.
Pero es sabido, que los pequeños dientes van a parar a un enorme baúl en Faeryland, donde están los de todos los niños del mundo desde siempre, y allí quedan como testimonio de la existencia de una raza diferente, conectada con la magia de modo natural, sin necesidad de convencimiento ni explicaciones.
Los niños creen en las hadas, y las hadas siempre cuidan a los niños. Cuando los pequeños humanos cambian sus dientes, las hadas los guardan, como tesoros, como joyas mágicas.


El hada de los dientes es un personaje mitológico del folklore de muchos pueblos, que realiza obsequios a los niños cuando éstos pierden su dentadura de leche.
Tales inventos pueden provocar significativos disgustos entre los infantes cuando, al crecer, se enteran que estos simpáticos seres jamás existieron. Algunos suelen sentirse traicionados por su inocente credibilidad, mientras otros niños se enorgullecen por haber desenmascarado ellos mismos la verdad.
Muchas familias contribuyen a la creación de estos mitos, cuya tradición se extiende en varias civilizaciones occidentales. Por ejemplo, en los países hispano-parlantes, en vez de hadas encontramos al “ratoncito Pérez”. Este pequeño animal, de apellido bastante común, es llamado también “el ratón de los dientes”.

En Italia existe un “duende dental” llamado Fatina que también caza ratones (conocido como Topino). En Francia, a este personaje se lo llama La Petite Souris (el pequeño ratón).
En Irlanda también existe un duende dental, aunque de tradición más reciente. Y en Lowland, Escocia, encontramos una costumbre parecida a la del ratón o de las hadas: se trata de una rata blanca que compra los dientes de los niños con pequeñas monedas.
Las tradiciones dentales de diferentes países han sido recopiladas y publicadas en el excelente libro para chicos: “Arroja tu diente al techo: tradiciones dentales del mundo”, escrito por Selby Beeler e ilustrado por G. Brian Karas en el año 1998.
Los rituales de las “hadas dentales” incluyen típicamente 1) que el niño que ha perdido un diente lo coloque debajo de la almohada y 2) que el niño, a la mañana siguiente, encuentre una moneda o un pequeño billete en el lugar donde había colocado su diente la noche anterior.
Una variante menos difundida indica que el chico puede colocar su diente dentro de un vaso de vidrio, situado junto a su cama. Por la mañana, dentro del recipiente hallará la ansiada moneda. Esta opción resulta más sencilla, dado que para los padres será siempre más fácil sacar el diente de un vaso y colocar allí la moneda que buscar debajo de la almohada, corriendo el riesgo de que el hijo se despierte.
La utilidad del “hada de los dientes” es ofrecer una pequeña recompensa a los niños que pierdan dientes porque este hecho natural podría resultar traumático o preocupante para ellos. Es una manera de “atenuar” los efectos del cambio corporal.