Cuando los humanos vislumbran el Reino de las Hadas, estas visiones son siempre acompañadas por un sentimiento de temporalidad. En un sentido, Faeryland es una tierra del pasado, donde el mundo de los espíritus y el de los humanos alguna vez convivieron en armonía y proximidad.
En presencia de las Hadas, experimentamos una nostálgica añoranza de ese tiempo, y de todas las esperanzas y sueños perdidos, los que pudieron ser reales, y quizá alguna vez puedan serlo. No hay promesas de retornar al mundo mágico, sólo remembranzas y deseos. El Hada de la Melancolía trae esta nostalgia, a veces dulce en el recuerdo, otras veces triste en el ansia, no es posible lograr que se vaya, lo hará cuando lo desee, una vez más, manejando la voluntad de los humanos. Hay melancolía en nuestra vida, por muchas cosas. La nostalgia refiere tiempos felices, el alma navega el océano del pasado y surfea la marea del futuro, siempre en busca de un tiempo mejor...
de puntilla revoloteando,
por tus sueños danzarines.
Tus muñecas de ilusiones,
tus besitos y achuchones,
y aquellos tirabuzones,
que caían por tu frente.
Pero un día desperté.
y mi muñeca de terciopelo.
Se convirtió en mujer.
y toda vestida de blanco
de mi te ibas alejando,
por la senda del querer.
Colgaste tus zapatillas.
Y tus sueños de muñeca danzarina.
de chiquilla a mujer.
Mi muñeca de terciopelo
que volaba y giraba.
Igual que un remolino.
tomaste otro camino
que te hizo feliz también.
Tantas cosas compartidas a
un recuerdo esas danzas.
Que te hacían alabanzas
y ese aire tan zalamero,
que inundabas el escenario entero.
Pero quiero decirte hermana que
aunque me sientas a veces lejana.
Siempre estoy a tu lado.
queriéndote y apoyándote
Como siempre estuvé
Y sigo estando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario