Las Devas son Hadas muy pequeñas que aparecen como muy brillantes esferas de luz. Cuando la luz se atenúa un poco, se dice que puede verse su cuerpo, levemente dorado y vistiendo hermosas y transparentes batas. Son espíritus naturales, que muestran interés en los humanos, pero son muy tímidas. La palabra Deva proviene del persa y significa "la brillante", lo cual es descriptivo de su aspecto y apariencia. Alguna vez fué un término genérico para toda la vida feérica, pero al expandirse el mundo civilizado hacia el Oeste, primero a Grecia y luego hasta Bretaña, se transformó en un término asociado con los seres más elementales y puramente espirituales. En la mitología Hindú se las suele conectar con el Destino, el Karma y los ciclos de la vida, tomándolas como mediadoras entre la humanidad y los designios desconocidos de los Dioses.
Las devas viven en el ambiente natural y siempre parecen ser uno con el entorno. Habitan los lagos, árboles o bosques, y tienen diferentes vibraciones de energía dependiendo del lugar donde eligen vivir.
En Inglaterra se dice que aún pueblan el Bosque de Epping, uno de los más antiguos de la Isla. Son, como dijimos originarias de Persia, pero también se encuentran raíces de estas entidades en Grecia y en la Isla de Man, Inglaterra.
Proviene del idioma protoindoeuropeo deiuos, un adjetivo que significaba ‘celestial’ o ‘refulgente’, relacionado con la raíz indoeuropea diú ‘brillar’ (especialmente el cielo diurno). El femenino en sánscrito es devī: ‘diosa’. En protoindoeuropeo habría sido deiuih.
La palabra cognada en avesta era daeva, pero tiene una connotación negativa.
Existe un término protoindoeuropeo relacionado pero distinto: Dieus —que proviene de la misma raíz diú ([cielo] brillante)— que sería el dios principal del panteón indoeuropeo. En la India se convirtió en el sánscrito Dyaus Pitar (padre de los dioses), en Grecia sería Zeus Pater y en Roma Iupiter. Otros términos cognados de deva serían el latín deus, el francés dieu y el español dios, deidad y divino.
En el hindi moderno, a los devas se los conoce como devatā.
La palabra cognada en avesta era daeva, pero tiene una connotación negativa.
Existe un término protoindoeuropeo relacionado pero distinto: Dieus —que proviene de la misma raíz diú ([cielo] brillante)— que sería el dios principal del panteón indoeuropeo. En la India se convirtió en el sánscrito Dyaus Pitar (padre de los dioses), en Grecia sería Zeus Pater y en Roma Iupiter. Otros términos cognados de deva serían el latín deus, el francés dieu y el español dios, deidad y divino.
En el hindi moderno, a los devas se los conoce como devatā.
Los devas serían igualmente seres superiores o etéricos de varios tipos, también llamados “espíritus de la tierra”.
A los devas se les relaciona con seres de otras culturas, así los persas les llamaban dev, los judíos shedim, los antiguos egipcios afries y los africanos iouajús.
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